Repsol ve “realista” la cifra de miles de empleos indirectos si hay crudo

(Diario de Avisos) La compañía Repsol eludió ayer polemizar con el Gobierno canario y los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura sobre el informe de estas tres administraciones en el que se asegura que las extracciones de petróleo solo crearían en Canarias el mismo número de empleos que un hotel de menos de 300 trabajadores y suponen un elevado riesgo ambiental y para el turismo, principal motor de la economía de las Islas.

La petrolera, aunque mostró su disconformidad con los argumentos del informe denominado Argumentario. Prospecciones petrolíferas en Canarias (cuyos aspectos más significativos publicó ayer este diario) se limitó a ratificar a DIARIO DE AVISOS que sus estimaciones de crear miles de empleos, Entre directos e indirectos, son “realistas” y se basan en su larga experiencia en la explotación de hidrocarburos en más de 30 países.

La empresa aclara que sus previsiones de entre 3.000 y 5.000 puestos de trabajo son “estimativas” e “hipotéticas”, pues dependen de que se se confirme la existencia de yacimientos de crudo y gas en los puntos que ha seleccionado, a entre 50 y 60 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura, pero sostiene que, caso de ser así, “se crearía un tejido industrial en Canarias” que daría lugar a “miles de oportunidades de trabajo” en empresas que faciliten suministros y servicios de todo tipo a las explotaciones petrolíferas o de gas.

Si los sondeos son positivos y se da con el yacimiento esperado, la inversión de Repsol en este proyecto sobrepasaría los 7.500 millones de euros en 20 años, de los que calcula que unos 3.000 se quedarían en el Archipiélago, pues al calor de esta explotación se generaría un polo industrial en Canarias de empleo cualificado, puesto que la compraría contrataría sus suministros y servicios a industrias radicadas en las Islas, “tanto por lógica de costes como por política empresarial de fomentar la actividad en el entorno”. Además, estas nuevas industrias surgidas al calor de los pozos petrolíferos podrían prestar sus servicios a otras explotaciones similares de Repsol y muchas más compañías petroleras en África Occidental.

Como ejemplos de la repercusión de sus inversiones, la multinacional señala que en los dos nuevos pozos descubiertos en 2009 en Tarragona, invirtió 120 millones y firmó contratos con 37 proveedores diferentes a una media de 100.000 euros cada uno; mientras que en la ampliación de su refinería de Cartagena creó 800 nuevos empleos directos y 8.000 “inducidos”.

En el caso canario, subraya Repsol, requeriría astilleros para reparar barcos; empresas de ingeniería, electricidad, de producción de tuberías o de transporte aéreo; submarinistas o soldadores, entre otros muchos tipos de servicios y especialistas. Por ello, la multinacional insiste en que “la cifra más importante no serán los empleos directos, sino los que se generarían alrededor” de esta nueva fuente de riqueza.

Los sondeos están previstos para fines de 2014 y 2015, de no ser paralizados por la Justicia en el recurso interpuesto por el Gobierno canario alegando motivos ambientales y de riesgo para el turismo, y la empresa puntualiza que si halla crudo o gas no empezará a extraerlo hasta 2020.

No todos son derrames al mar

La multinacional petrolera aclaró ayer que la cifra de casi 6.985 derrames de petróleo tomada por el Gobierno canario y los cabildos de Fuerteventura de su propia web no se refiere a vertidos al mar, sino a todas las incidencias, incluidas las de pocos litros, que se han producido en todas sus actividades en tierra o en mar entre 2006 y 2010 en 30 países de todo el mundo, y que incluye exploración, producción, transporte, refino y comercialización.

Estos derrames, según fuentes de la empresa Repsol, “figuran en un informe que cada año realiza voluntariamente la empresa por responsabilidad corporativa para evaluar todos sus parámetros”. “Los vertidos al mar suponen una cantidad insignificante del volumen total vertido”, aseguró la compañía, que no aportó la cifra de derrames marítimos que ha causado. Igualmente, negó que haya sido responsable de 14 vertidos en la plataforma Casablanca, frente a la costa de Tarragona, pues “no todos fueron de Repsol y tampoco todos en el mar”.
 

“Se exagera la amenaza” de la actividad

Repsol considera que en el debate sobre las prospecciones petrolíferas se están utilizando argumentos poco rigurosos con los que “se está exagerando la amenaza del petróleo” y obviando que se tomarán estrictas medidas como requisitos legales para preservar el medio ambiente tanto durante los sondeos como en las posibles extracciones de hidrocarburos.

Una “exageración” que, según fuentes de la empresa, es la que podría “erosionar innecesariamente la confianza del turismo en Canarias”. En este punto, Repsol abundó en que en Tarragona sus plataformas petrolíferas se hallan a 40 kilómetros de la Costa Dorada, uno de los destinos turísticos más importantes de España, visitado por más de 5 millones de turistas al año, por lo que estima que son dos industrias compatibles.

En este sentido, la compañía recordó que las patronales del sector hotelero y extrahotelero, Ashotel en la provincia tinerfeña y la Feht en la de la de Las Palmas, no se han mostrado en contra de las prospecciones petrolíferas [aunque sí han pedido contraprestaciones al sector turísticos en forma de combustible más barato para el tráfico aéreo con Canarias o impuestos]. “Sería la mayor inversión privada en Canarias hasta ahora, 7.500 millones”, subrayaron las citadas fuentes.