Al menos tres muertos por dos exlosiones en la maratón de Boston

(ABC) Dos explosiones se registraron ayer lunes a primera hora de la tarde hora local cerca de la línea de meta del maratón de Boston. La Policía confirmó tres víctimas mortales, uno de ellos un niño de ocho años; además de más de 120 heridos, muchos de ellos mutilados por las deflagraciones y 17 en estado tan crítico. El FBI lo ha calificado como «posible ataque terrorista»

Murieron dos personas en los estallidos de la maratón y una tercera en la biblioteca JFK donde se registró una tercera explosión. La policía local confirmó que las tres muertes estaban relacionadas. La tragedía coincide con la celebración en Boston del «Día del Patriota».

Obama: «Cogeremos a quien haya hecho esto»

Los estallidos se produjeron cuando miles de participantes en la carrera terminaban la 117 edición del maratón de Boston, ante una multitud de personas en el público que observaba y animaba a los corredores. Todo ocurrió en el momento en que normalmente se concentra el mayor número de personas en la meta de la competición. El resultado: más de 140 heridos, 17 de ellos críticos, entre los que hay 8 niños, a consecuencia de las explosiones han sido tratados en los hospitales de la ciudad. [Las explosiones en la maratón de Boston, en imágenes]

La cadena WCVB mostró imágenes impactantes, tomadas desde el lugar de la meta, en el momento en que se producían las explosiones. Tras la humareda cundió el pánico entre la multitud, mientras comenzaba a escucharse el ulular de las sirenas de las ambulancias y de los coches de la Policía.

Exteriores ha confirmado que entre los muertos no hay ningún español

«Se produjo una explosión en el lugar de la meta», dijo una portavoz de la Policía de Boston, «la Policía, los bomberos y el personal médico están en el lugar de los hechos».

De inmediato se prohibió a la gente entrar o salir del hotel que servía de sede a la organización del evento deportivo. La línea de metro entre Kenmore y Park Station fue igualmente suspendida.

De acuerdo con la cadena CNN, la posibilidad de que se tratase de un ataque terrorista, con otros posibles objetivos escalonados en el tiempo, llevó a las autoridades locales y federales a crear un dispositivo más amplio de seguridad. En ese sentido, la televisión anunció que se había decidido a «aumentar a un nivel superior» las medidas de seguridad antiterrorista en Nueva York. Por otra parte, el tramo final del maratón estaba dedicado a las víctimas de Newtown y varios familiares estaban cerca de la meta.

El hotel Mandarin de Boston fue acordonado por la Policía después de que se denunciase el descubrimiento de un «objeto sospechoso». El hotel Mandarin Oriental de Boston es un lujoso hotel situado en la calle Boylston, en el histórico barrio de Back Bay, cerca de Copley Square. Asimismo, se anunció el cierre de todos los puentes de la ciudad sobre el río Charles.

El presidente Barack Obama dio instrucciones a su gobierno para que ayudase a las autoridades de Boston a investigar las causas del incidente. Un portavoz de la Casa Blanca afirmó que el presidente estaba «en contacto directo y permanente» con las autoridades de Boston para suministrarles «toda la ayuda necesaria». Por su parte, el vicepresidente Biden, que dirige los esfuerzos para la reducción de la venta libre de armas en EE.UU., dijo que «rezaba por las víctimas». En un discurso a la nación, Obama ha asegurado desconocer las causas exactas de las explosiones y ha pedido que no se saquen «conclusiones precipitadas». «Cogeremos a quien haya hecho esto», ha concluído.

El servicio secreto ha creado un perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca. El presidente Obama ha llamado al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, porque las autoridades federales temen réplicas de las explosiones en esta ciudad. El Ministerio de Exteriores ha confirmado que no hay ningún español entre los muertos.

Las autoridades policiales de EE.UU. investigan hoy la tragedia, en lo que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) calificó como un «posible acto terrorista». Tanto el presidente de EE.UU., Barack Obama, como el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, han asegurado que darán con los responsables de la tragedia y serán llevados ante la Justicia.