El Día: Amortizados 670 días después
Los datos del último barómetro del CIS pusieron de manifiesto el desgaste que muchos dirigentes políticos están sufriendo cuando apenas han transcurrido dos años de legislatura. En Canarias, los datos del CIS revelan que el jefe del Ejecutivo, Paulino Rivero, inspira poca o ninguna confianza a cuatro de cada cinco de sus paisanos (el 79,5%), que, en general, consideran que su gestión al frente de la comunidad autónoma está siendo “regular” (46,2%).
Pero Rivero no es el único al que la vorágine de la crisis y la labor de gobierno lo han puesto en el punto de mira. Junto a él, al que se le presupone mayor desgaste por ser la cabeza visible del Gobierno, varios consejeros parecen amortizados ya cuando, ni siquiera, se ha llegado al ecuador de una VIII Legislatura que arrancó el 5 de julio de 2011.
Una de ellas es Inés Rojas (CC), responsable de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda. Cuestionada dentro y fuera de su partido, Rojas sobrevivió en enero a una remodelación del Gobierno por el mantenimiento de las cuotas políticas de Coalición Canaria de Lanzarote, isla de la que es diputada regional. Su gestión de la Ley de Dependencia, los incumplimientos con la hipoteca joven, los recortes en las ayudas a las ONG y, sobre todo, el desenfrenado crecimiento de la pobreza en las Islas han sido una losa que no ha podido quitarse de encima.
Pero no es la única. También salió viva de la reestructuración que hizo Rivero en su gabinete el pasado mes de enero la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza (CC), a la que querían fuera del Gobierno, incluso, compañeros de partido en Gran Canaria. Pocas áreas de su gestión han escapado en estos dos últimos años a las duras críticas sociales y políticas. No obstante, el cierre de quirófanos y centros hospitalarios –estos últimos en verano–, las deudas a proveedores y el intento de clausura de la Unidad de Cardiología Infantil del Hospital Materno Infantil –centro de referencia para toda Canarias– convierten a Mendoza en la consejera con peores perspectivas.
Y junto a ellos ha irrumpido con fuerza en las últimas semanas un hombre de confianza de Rivero, el palmero Juan Ramón Hernández, consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas. ¿La razón? La supuesta contratación fraudulenta de su compañero de CC en La Palma y ex alcalde Los Llanos, Juan Ramón Rodríguez Marín, en una empresa pública que depende de su departamento (Gestión del Medio Rural). Aunque está por ver el conocimiento que el consejero tuviera de la supuesta ilegalidad, el caso no solo ha dañado su imagen como dirigente regional, sino también como máximo responsable de CC en La Palma. De los resultados de la investigación dependerá cómo sale de esta situación.
Mientras que en la primera línea del Ejecutivo tres consejeros rivalizan con el presidente del Gobierno por su desgaste, en la segunda el viceconsejero de Comunicación y Relaciones con los Medios, Martín Marrero, no encuentra quien le haga sombra, por lo menos de momento. Solo si se incluye en ella al director general de Radiotelevisión Canaria (RTVC), Guillermo García, –cobra como un viceconsejero–, Marrero encuentra un competidor. A la polémica adjudicación de las licencias de Frecuencia Modulada (FM), cuestión que está en los tribunales, Martín Marrero ha sumado en su haber la elaboración de un decreto que regula la publicidad institucional en los medios de comunicación que también ha acabado en los tribunales. Y a ello se unió, la pasada semana, el desafortunado episodio de la campaña institucional del 30 mayo. Usar el mismo lema que había utilizado Coalición Canaria (CC) en su último congreso regional no parece el mejor ejemplo para que el viceconsejero de Comunicación pase desapercibido. Otra cosa es que hubiese o no intención en la elección del eslogan institucional. Intencionalidades aparte, incluso un aspecto que no debería generar ningún tipo de problema también podría acabar en los juzgados.